Después de largas jornadas de trabajo, de operaciones de gravedad extrema, de horas de tensión ante las urgencias Cuerpo Médico se despide este 22 de abril. En el último programa, cada uno de los protagonistas mostrará su ilusión por seguir enfrentándose a su profesión de una forma tan apasionada y tenaz como han venido haciéndolo hasta ahora.
Iván Mañero regresa a la facultad en la que estudió en Barcelona para compartir con los más jóvenes su larga experiencia como cirujano y dar una clase práctica sobre cómo trabajar con un cuerpo. Además, el cirujano se enfrenta a una operación muy complicada que combina la cirugía estética y la reconstructiva, y en la que colabora con un cirujano maxilofacial para conseguir el mejor resultado. Ambos tendrán que solucionar el problema de una joven cuya mandíbula le impide morder correctamente, lo que le ha generado importantes problemas físicos y, ante todo, psicológicos.
En Málaga, el 061 de Mª Ángeles se encuentra ante uno de los casos más dramáticos. Un hombre sufre una parada cardíaca mientras desayunaba en su casa. Los minutos que pasen entre la llamada a la ambulancia y la actuación del equipo serán cruciales, es un caso de extrema gravedad al que los profesionales médicos acuden sin saber si podrán salvarle la vida.
Don Ángel visita a un gran amigo que tiene un problema en un brazo y está bastante afectado, por lo que tendrá que gestionar la situación con suma delicadeza. Además, el médico rural vive uno de los grandes momentos de su carrera profesional: los vecinos de Cañada Rosal le hacen un hermoso homenaje por sus 25 años de servicio del pueblo. El evento consigue emocionar a Don Ángel por la ternura de la fiesta y la entrega de quienes le homenajean.
El Hospital Carlos Haya de Málaga también está de despedida. Emilio está a las puertas de terminar su residencia. Con un sabor agridulce, entre la alegría de sus 5 años de trabajo y la preocupación de la dificultad de encontrar trabajo en la situación actual. Emilio celebra su fiesta de fin de residencia con los compañeros que le han acompañado en todo este tiempo y a los que considera amigos antes que colegas de trabajo.
En Bilbao, Javier y Argi atienden en la unidad de críticos varios casos muy complejos. El de un hombre que acaba de sufrir un aneurisma y que lucha por sobrevivir después de una intervención. Y el de una mujer con un grave sobrepeso que tiene que entrar de urgencia en el quirófano y a la que no resulta sencillo ubicar enla cama de operaciones.
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